Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en la gran https://neilqqsv888972.ourcodeblog.com/38870874/la-explicación-oficial-del-cabezazo-de-zidane